lunes, 29 de agosto de 2016

La experiencia de Quinto en el Qosqo.

Eran las 11 p.m. del día 18 de Agosto del 2016, faltaba solo una hora para comenzar con la travesía tan esperada.  

El punto de concentración fue en la agencia que viaje, después de la despedida de nuestros  emocionados padres partimos rumbo al Aeropuerto Jorge Chávez, donde comienza nuestra primera anécdota. Esa madrugada fue algo así como una velada por así decirlo. Formamos grupos y buscamos un lugar donde pasar la madrugada, cuando al fin y después de muchas vueltas por el aeropuerto encontramos un lugar. Al día siguiente empezamos a hacer nuestro Check- in esta vez nuestro rumbo estaba a tan solo una hora. 
Ya cuando llegamos al Cuzco nos instalamos en el hotel, el primer día fue para aclimatarnos y tomar mate de coca. Al día siguiente, nuestro primer tour fue en Pisac pero antes visitamos un mercado de artesanías.  Ya en Pisac nos explicaron que Pachacutec fue el que encargo hacer esas construcciones y las dividió en una zona para vivir (tanto para la clase alta como para la gente del pueblo), otra zona para el ejército  y un cementerio Inca. Subimos al mirador, fue una experiencia algo agotadora debido a la altura.
Al segundo día nos tocó visitar Ollantaytambo donde vimos una gran construcción militar para proteger la capital del Imperio Incaico. Luego nos dirigimos a un restaurante donde degustamos comida propia del lugar y también platos de Lima pero al estilo del Cuzco. Luego ya en la tarde fuimos al pueblo de Chincheros, donde el frio era terrible. El lugar tiene una arquitectura Incaica y española ya que la iglesia de este pueblo está sobre una construcción Inca.
El tercer día fuimos a Aguas Calientes en bus hasta Urubamba, luego fuimos en tren a Aguas Calientes y nos hospedamos en un hotel. En la noche salimos a caminar por la zona; el pueblo es pequeño. Vimos turistas de varias partes del mundo. Al día siguiente fuimos a nuestro lugar meta Macchu Picchu, ahí interactuamos con algunos turistas, hablando en inglés o en español. 
Nuestro cuarto y último día, el más feeling porque no queríamos regresar. Nuestro último tour fue en Maras Moray, luego fuimos comer a un restaurante campestre. Finalmente regresamos a Lima.

Vivir una experiencia así, es gratificante porque cuando  vives nuevas experiencias, dejas algo atrás y aprendes algo nuevo. Te relacionas con la naturaleza y la cultura. Viajas por un momento al pasado, te desconectas de la tecnología, el ambiente tiene algo especial... Te contagia de vibras positivas.
A esto debo agregarle que antes de viajar suelo leer libros relacionados al lugar donde voy no necesariamente turístico ya que  en el Perú en especial hay muchos autores que escriben sobre "el Perú que no conocemos".







No hay comentarios:

Publicar un comentario